La Lista Robinson: un millón y medio que no quieren publicidad

 

La Lista Robinson es un sistema para que los usuarios se excluyan de recibir llamadas publicitarias, que las empresas están obligadas a consultar. También funciona para emails y direcciones postales.

Dejar de recibir llamadas de publicidad no solicitadas ha sido una de las quejas más frecuentes de usuarios de teléfonos desde que existe el telemarketing. Una de las medidas para evitarlo son las listas Robinson que existen en varios países donde llamar por teléfono con motivos publicitarios no está permitido si el titular de la línea no ha dado su consentimiento para esto. Su nombre viene de la cultura anglosajona que hace referencia a la obra de Daniel Defoe y su protagonista, un náufrago Crusoe que vive aislado, en este caso, de la publicidad.

En España, la Lista Robinson tiene más de 1.450.000 inscritos, y diferentes modalidades en las que se puede definir el medio o canal por el que no se quiere recibir publicidad: teléfono, SMS/MMS, correo electrónico y dirección postal.

Sus orígenes se remontan a 1993, cuando recogía sólo correo postal. En 2009 incorporó las opciones de oposición para recibir publicidad por teléfono e email, momento en el que entró en vigor la Ley Orgánica de Protección de Datos de 1999 y su reglamento en 2007.

El servicio de Lista Robinson es prestado por la Asociación Española de la Economía Digital (Adigital), una organización empresarial que impulsa la digitalización y reúne a más de 500 compañías. Adigital indica que desde la creación de la lista cada cambio que se ha realizado ha sido consultado y presentado previamente a la Agencia Española de Protección de Datos.

Cómo funciona la Lista Robinson

Una lista Robinson es un fichero de exclusión publicitaria u opt-out, en el que los consumidores pueden apuntarse gratuitamente para evitar recibir publicidad de empresas de las que no son usuarios. Lo hacen a través de un formulario simple en la web, donde pueden registrarse a sí mismos y a menores de 14 años de los que sean padres, madres o tengan su autorización.

Las empresas están obligadas a consultar la Lista Robinson antes de hacer una campaña, para excluir a quienes estén apuntados

Las empresas, según la Agencia Española de Protección de Datos, están obligadas a consultarla antes de hacer una campaña publicitaria por estos medios para excluir a las personas que estuvieran inscritas en la Lista Robinson, salvo que estos les hayan dado su consentimiento previo. Si una persona ya ha dado consentimiento a una empresa a utilizar sus datos, la Lista Robinson no tiene efecto en ese caso.

La inscripción puede tardar dos meses en ser plenamente efectiva, según el reglamento del servicio del 8 de abril de 2019, que dejó en este plazo el que antes era de tres meses. Si un ciudadano inscrito sigue recibiendo publicidad transcurridos esos dos meses, puede dirigirse a la Agencia Española de Protección de Datos y poner una reclamación a través de su sede electrónica.

La inscripción en la lista Robinson no caduca. Desde Adigital señalan que el registro está activo hasta que el ciudadano decide darse de baja. Una vez inscrito, sólo es necesario volver a acceder para añadir o actualizar los datos de contacto.

A diferencia de las de otros países, como Estados Unidos, la normativa española no establece excepciones más allá del consentimiento, como señala el artículo 23 de la Ley de Protección de Datos Personales.

Esta exclusión se aplica únicamente a la publicidad dirigida a una persona concreta. Quedan fuera, como explica un portavoz de Adigital, otros mecanismos publicitarios genéricos como el buzoneo, que se regula mediante ordenanzas municipales, así como otro tipo de contactos que no constituyen publicidad, como determinadas encuestas. La propaganda electoral tampoco tiene en este sentido consideración de publicidad, por lo que la inscripción en la Lista Robinson no impide su recepción.

Las personas deben consultarla

Una empresa debe consultar la Lista Robinson siempre que vaya a realizar campañas publicitarias a destinatarios de los que no haya obtenido el consentimiento de conformidad con lo dispuesto en el artículo 4.11 del Reglamento (UE) 2016/679 para el envío de sus comunicaciones publicitarias.

La LOPD, en el punto 23.4 obliga a quienes “pretendan realizar comunicaciones de mercadotecnia directa” a consultar previamente “los sistemas de exclusión publicitaria que pudieran afectar a su actuación, excluyendo del tratamiento los datos de los afectados que hubieran manifestado su oposición o negativa al mismo”. También aclara que esta consulta no será necesaria si el afectado ya ha dado su consentimiento directamente a la empresa.

Adigital propone a las empresas varias formas de consultar la lista: mediante una herramienta proporcionada por ellos, desarrollar su propia herramienta para conectar sus sistemas con la Lista Robinson o utilizando una herramienta de terceros.

Las tarifas de Adigital dependen del tipo y el tamaño de empresa y el uso del servicio. Las microempresas y pequeñas empresas que consulten hasta 30.000 registros anuales pueden hacerlo sin coste, y las siguientes van desde 1.900 hasta 5.500 euros al año. También hay tarifas para prestadores de servicios, que son utilizados por gran parte de las empresas que realizan campañas publicitarias en España. ¿Cuántas empresas pagan el servicio? Adigital nos dice que desconoce este dato, al haber muchas compañías que no contratan directamente con ellos sino con los prestadores de servicios.

Críticas a la lista Robinson

Algunas críticas que se hacen a la Lista Robinson es que se pidan los datos de personas que no quieren que sus datos sean registrados. Puede ser paradójico pero no es ilegal. En el artículo 23 de la LOPD está contemplado el tratamiento de datos personales para “evitar el envío de comunicaciones comerciales a quienes hubiesen manifestado su negativa u oposición a recibirlas”.

Algunos en foros ven con malos ojos que Adigital ponga esos datos a disposición de empresas que se dedican al marketing, cobrando además por ello. Consultada por Newtral, Adigital dice que las empresas no tienen acceso directo a la Lista Robinson. El sistema de consulta de la Lista Robinson “se realiza a través de un procedimiento que, mediante algoritmos criptográficos, garantiza que ni las empresas tengan acceso a la Lista Robinson ni nosotros tengamos acceso a los datos de la empresa”.

También comentan que a veces los plazos pueden ser la causa. “En el caso de llamadas telefónicas, es importante recordar que las empresas pueden realizar llamadas a números de teléfonos aleatorios, siempre y cuando hayan consultado previamente esos números en la Lista Robinson y no consten como inscritos. Así, por ejemplo, si una empresa consulta un número de teléfono el 1 de febrero para una campaña telefónica que va a realizar el día 10 y el ciudadano titular de ese número se inscribe el día 5 de febrero, la empresa probablemente llame ya que no sabrá que esa persona se ha inscrito. Las consultas realizadas por las empresas tienen un plazo de validez limitado que puede llegar a ser, en determinadas circunstancias, de hasta dos meses, y por esto se requiere que pasen dos meses desde la inscripción para que esta sea efectiva”.

Cómo apuntarse a la Lista Robinson

Puede hacerse a través de su web, donde sólo hay que rellenar un formulario.

Te llegará un correo electrónico para activar tu perfil, lo que te da acceso a un panel donde puedes indicar qué números de teléfono, correos electrónicos o direcciones postales quieres registrar para que no te envíen publicidad.

Transcurridos dos meses, y siempre que no hayas dado consentimiento a la empresa para que te envíe publicidad, si te siguen enviando spam puedes presentar una reclamación ante la AEPD.

Origen: Newtral

Autor: Marilín Gonzalo

País: España

Fecha: 19/05/2021

Para leer el artículo original pulsa aquí.

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